CONOCI A UN SER LLAMADO HOMBRE
Conocí a un ser
llamado hombre;
arcaico y primitivo,
poblaba la tierra.
Rodeado de plantas y
animales,
creyó ser rey
indiscutible del vergel que disfrutaba.
Conocí a un ser
llamado hombre;
sexual e instintivo,
inconceptual,
ajeno al tiempo y sus
variantes;
sabedor de los ciclos
lunares.
El cielo era generoso
y las aguas cristalinas,
mientras, el hombre
conocido, calmaba su sed en ellas.
La tierra sabia
insinuaba sus frutos,
mientras, el hombre
conocido, libaba su savia.
El hombre que conocí
era único, real, intransferible;
lloraba y reía
acompasadamente al ritmo de la música estelar.
Hoy, el hombre que
conocí, es una tediosa caricatura,
espejismo dudoso e
incongruente de la cerrada realidad.
Estático reposa en la
empañada vitrina de lo que pudo haber sido y no fue.
Llora y ríe, pero ya
nadie le escucha.
Conocí a un ser
llamado hombre que,
a fuerza de disimular
su imagen, perdió identidad y crédito.
Hoy es un rey con
corona de hojalata,
un verso incongruente
en boca del poeta
fingido,
“un aquello que se fue”.
El hombre que conocí,
dice reírse y no
tiene labios,
dice sentir y no
tiene corazón,
dice amar y es el
odio personificado.
Conocí a un hombre,
el mismo que hoy vaga
taciturno
porque su cuerpo es
de asfalto
y su alma ácida y
finita.
POEMA DE JULIO
MARIÑAS
Del libro recopilatorio “EL OLVIDO”
Obra inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual
ISLAS CIES - FOTO DE JULIO MARIÑAS |
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