SIN ALIENTO
Escucha como caen los sueños desnudos y
entregados en este otoño moribundo anunciador de un invierno crudo espeso y
desolado que extenderá su frío halo sobre las ilusiones adormecidas en el
solitario Valle Largo allí donde los senderos que un día caminamos siguen
intactos conformando una estela de encuentros y desencuentros que llevan a
ningún lugar conocido en un atardecer sereno y cadencioso de intrigas y
pasiones extintas en el transcurso de noches ya lejanas cuando la luna de estío
bañaba nuestros jóvenes cuerpos en la hoguera incesante de entrega y éxtasis
vivido en voraces encuentros que el tiempo convertiría en adioses origen de
nostálgicas tardes de soledad callada y rota en silencioso duelo que hoy aún se
puede escuchar mientras las últimas hojas secas del otoño entregan su esencia a
una tierra dolida pero siempre majestuosa y sabia.
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