PLAYA DE SAN LORENZO EN GIJÓN
ATARDECER EN LA PLAYA DE SAN LORENZO EN GIJÓN - FOTO DE JULIO MARIÑAS |
El alba y el ocaso en los lugares que uno
visita, nunca engañan. Es como los primeros pasos y los últimos en la vida de
los seres humanos, que son los más auténticos. Porque cuando amanece en una
nueva vida todo son ilusiones y esperanzas; porque cuando anochece en una vida
gastada todo son recuerdos y adioses.
Apenas despuntaba septiembre cuando me
acerqué al paseo que abraza la playa de San Lorenzo para ser recibido por un
agitado mar de sensaciones en el ocaso del día. Mar Cantábrico que se asoma al
mismo centro de la ciudad de Gijón. Ese Gijón que un espléndido Antonio
Ferrandis recorría en los primeros instantes de la película de José Luis Garcí,
Volver a empezar, interpretando a un
reconocido escritor que visitaba su tierra natal para, antes de morir,
reencontrarse con sus raíces, con su esencia primigenia. Esa película que nos
dejó para la historia el Duelo de Titanes
interpretativo entre el mencionado Antonio Ferrandis y José Bódalo, en la
escena en que este último recibe de su amigo la triste noticia de un final
inminente. Si que es grande el cine. Y son grandes algunos de nuestros actores
que merece la pena mostrar a las nuevas generaciones. Porque, como muchos
otros, Antonio Ferrandis y José Bódalo, aunque obtuvieron el reconocimiento por
la omnipresente televisión, fueron unos gigantes de la interpretación curtidos
en largos años de escena teatral.
Pero estaba hablando de ocasos y
amaneceres, y sin querer, he acabado donde muchas veces, en el cine y esas
otras cosas del arte que tanto me gustan.
Apenas despuntaba septiembre cuando me
acerqué al paseo que abraza la playa de San Lorenzo para ser recibido por un
mar calmo, espejo de un sol cegador en el amanecer del día. Siempre lo he
pensado: “Para conocer un lugar, contempla el día morir en su relieve y
contempla el día nacer sobre sus formas”. El destino me ha dado esa suerte, y
la ciudad de Gijón, como otros lugares, me brindó un atardecer y un amanecer
imborrables.
Los fuertes vientos del noroeste soplando
sobre el mar cantábrico en el atardecer de la playa de San Lorenzo, destilaban
la última esencia traída desde sus orígenes en los mares del Norte. Y una vez
más la meditación para volver a concluir que, el ser humano es una estrella
insignificante en la inmensidad del cielo.
AMANECER EN GIJÓN - FOTO DE JULIO MARIÑAS |
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