EN LA PLAYA
Paseo por la playa. El día se repliega sobre el horizonte en matices de sangre, sabiéndose morir sin que para él haya un mañana. La luz del faro de la isla cercana ha comenzado su ritmo de destellos anunciando la llegada irremediable de la oscuridad sobre las aguas de un mar que serena el ánimo, mientras mis pies descalzos pisan las arenas que aún guardan la humedad de sal con la que, hace apenas unos momentos, fueron bañadas por el último estertor de espuma marina, antes de acabar de retirarse la marea para alcanzar la bajamar. Aún no ha muerto del todo la luz del sol, cuando, al elevar mis ojos hacia el cielo percibo la silueta de la luna señoreando un azul que se va desvaneciendo mientras ella refulge misteriosa. Junto a este mar nací en un tiempo lejano, cuando las dunas custodiaban la línea de playa y el río desembocaba casi virgen en la mar quebrando el arenal con su último fluir. Mar Ayer de juventud y sueños Hoy espejo de lo que fue Parece que hace