CALLES
Esas calles terrosas y empedradas de mi infancia que morían en verdes prados y tupidas malezas; donde corrí el vigor de mis primeros años, donde aprendí a caer y, sin queja, levantarme. Esas calles repletas de gentes bulliciosas y comercios en el querido barrio de inquieta adolescencia; donde se fue gestando el tiempo de los sueños, donde una ciudad crecía y se entregaba. Esas calles bajo la tenue luz de las farolas que abrigaron los húmedos y furtivos besos; donde mi loca juventud latía embravecida, donde mis manos descubrieron la carne y sus misterios. Esas calles mojadas después de la tormenta que vagué con el alma rota en desengaño; donde fui dejando una estela de fracasos, donde busqué los dulces pasos ya borrados. Esas calles en cuesta que van hacia ninguna parte, que ya mis pies cansados se niegan a subir; donde no queda nada en los rincones de antaño, donde el tiempo pa...