RELATOS ROTOS - IX - DESPUÉS, AMANECERÁ (JUVENTUD Y LIBERTAD)
PINTURA DE JULIO MARIÑAS |
Lleva la copa a
sus sensuales labios para tomar una breve porción y saborear el vino con
cuerpo, de cierta aspereza; entonces, mientras deja el borde del vidrio en su
boca entreabierta puedo ver la lengua en el preciso instante en que se desliza
por el interior de los labios en un último intento de retener el sabor
inabarcable del vino. Sus delicadas manos posan la copa y el ángulo agudo que
forma el vestido negro sobre el escote deja ver la tibia redondez de los senos
que apenas asoman de la tela. Mientras balancea levemente la pierna que monta
sobre la otra, las venas de sus pies morenos parecen serpentear por su piel al
abrigo de la tenue luz. Así, obligados por la brevedad del vestido en su parte
inferior, las pantorrillas y muslos se muestran cobrizos, torneados,
contundentes. En ese tren inferior atesora ella cierta rotundidad que contrasta
con la cintura de avispa y su parte superior, una firmeza salvaje, de leona
potente y fogosa. De nuevo, lleva la copa a los labios, Ahora, sus ojos de
azabache, rasgados, profundos, me miran en toda su realidad, adornados por el
ondulado pelo que desciende por su frente cual madreselva distraída. Es un leve
atisbo de luminosidad en ellos y una pincelada de sonrisa aflorando a sus
labios lo que me dice que esta noche sólo será para los dos. El universo se
detendrá en la penumbra de una habitación, pararemos el tiempo, seremos fieras
insaciables, descendiendo al infierno y subiendo al cielo de la carne y el
fuego, leves mariposas acariciando el universo inabarcable; la vida nunca
volverá a ser tan intensa como hoy; desgarraremos el Yo más insondable para
entregarnos al éxtasis supremo, el arte del placer y el desvarío que no ha
podido ser reglado, ni escrito en ningún manual; el que han intentado reflejar
los grandes poetas sin conseguir acercarse nada más que levemente; el que no
representa ninguna lengua, porque es el lenguaje de la piel. Será la noche de
la libertad; porque no hay sistema político ni religioso que pueda adjudicarse
el más mínimo dominio sobre la fusión entre dos cuerpos. Esta noche será la
cumbre existencial de nuestras vidas, donde ascenderemos a los lugares más
recónditos de la lujuria y el éxtasis; la entrega máxima de cuerpo y alma; el
Tú y el Yo esclavizados voluntariamente en una noche de dioses y de mitos
desconocidos por la historia, donde todo el recuerdo y todo el olvido se
diluirán en el sudor que perlará nuestra piel, nuestros cuerpos estremecidos en
un canto de vida y muerte.
Después,
amanecerá.
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