Ahora que hay que contar lo felices que somos; Ahora que es necesario estar adscritos a bellas causas sociales; Ahora que se pasa de puntillas por el dolor, el desengaño y la muerte. Ahora digo: La felicidad es tan personal, que globalmente no define nada; Las causas tienen que empezar por nuestro entorno y, después, ir directas a todo el submundo podrido sobre el que se sostiene la parte visible de la sociedad; El dolor, el desengaño y la muerte, son la esencia de la vida tal y como la conocemos, de tal modo que, sin su reconocimiento y aceptación, los seres humanos son una parodia, un artificio, una mentira aceptada que nos aleja de la realidad. ©Julio Mariñas Compositor y escritor