SÓLO UN HOMBRE SOLO JUNTO AL MAR

 



Una luz de esperanza se posó en tu pelo,

abriendo el cielo gris oscuro del otoño.

Después llegó la primavera, y me dijiste:

Te amo.

¡Cómo no recordarlo!

 

Hoy, cuando un leve rayo de luz se filtra entre las nubes,

evoco tus cabellos sobre la almohada,

tu lento despertar entre las sábanas;

salvaje, independiente.

¡Qué lejos estábamos entonces

del mortal discurrir del mundo y sus miserias!


©Julio Mariñas

Compositor y escritor



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