LAS HORAS DE AYER (REFLEXIONES DE UN POETA EN LA SOMBRA - XV)
¿Recuerdas los momentos en que los verbos
sólo tenían un tiempo? Fueron las horas de ayer, donde bebimos, arrullados por
la inigualable melodía de la juventud, del dulce néctar que para los amantes
reservan los seres que habitan más allá del tiempo. Aún recuerdo tu rostro en
el cálido verano, y esos cuerpos entregados a la feroz batalla. Era la poesía
hecha carne. Abrasados los dos por un mismo fuego. Eran las horas de ayer, que
hoy apenas se adivinan en los cuerpos curtidos por mil batallas, en los rostros
castigados por los vientos de otoño, en las miradas cansadas al correr de los
años. Fuimos un verso profundo y desgarrado que habitará por siempre en esas
horas ya pasadas.
FOTO REALIZADA POR JULIO MARIÑAS |
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