DE LA MÚSICA Y LAS EDADES DEL HOMBRE
MOVIMIENTO
– I – Allegro - INFANCIA
Infancia rítmica y radiante; melodía en Do Mayor, sin apenas
modulaciones; simples acordes de tónica, subdominante y dominante. Sencillez armónica
como el desenfado propio de los parques de juegos. Las maderas -flautas, oboes
y clarinetes fundamentalmente- sobresalen en el discurso orquestal, ayudados
por apoyaturas, trinos y mordentes.
MOVIMIENTO
– II – Andante con fuoco – JUVENTUD
Melodía plena de romanticismo a veces, y otras caótica; alternancia de
modos mayores y menores; acordes de séptima y novena; en ocasiones disonancias
y pasajes atonales, modales, complejos. Las cuerdas fluyen con intensidad en
combinaciones de matices; ahora forte, ahora piano; reguladores que desembocan
en espléndidas sonoridades donde los timbres de las trompas brillan en todo su
esplendor.
MOVIMIENTO
– III – Moderato apassionato – MADUREZ
Los violonchelos abrazan una melodía profunda en la menor; poco a poco,
apoyados por dibujos de trompetas lejanas, los pasajes musicales se tornan
complejos en un entramado de escalas de blues y las voces juegan con el swing y
las inflexiones más intensas.
MOVIMIENTO
– IV – Adagio melancólico – VEJEZ
Sobre un lento pizzicato de las cuerdas, el corno inglés despliega su
lejana y áspera expresividad. Después un coro a boca cerrada desvela una dulce
melodía. Suenan espaciados los motivos, hasta que los timbales surgen rotundos
ante la inminente entrada de fiscornos, trombones y tubas; en una marcha
fúnebre, presagio del ocaso.
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