DESDE MI EXILIO VOLUNTARIO - Agosto de 2022
Las
sociedades actuales se han convertido en tribunales de justicia y sus
ciudadanos en jueces. Dictan sentencias condenatorias o exculpatorias de
acuerdo a sus intereses e ideologías sobre todos los hechos del presente.
También sobre los hechos del pasado y sobre las personas que los
protagonizaron, y que, por razones
obvias, ya no puede alegar nada en su defensa.
El
intento por parte de las corrientes políticas y grupales actuales de borrar o acomodar la historia que no es grata, es como pretender eliminar de nuestro
cuerpo mediante cirugía las huellas del tiempo, que son las que nos dan
autenticidad y son el legado de haber vivido.
Con
el bisturí los rostros se convierten en máscaras de falsedad y con el
revisionismo el pasado se convierte en un caos que cada uno conforma según sus
intereses.
No
obstante, nada tiene demasiada importancia. Todo acaba tarde o temprano. Por lo
tanto, aquellos que quieran perder el tiempo viviendo su presente martilleando
el pasado o intentando consolidar un futuro que nunca llegará, haciendo
mediocre su vida, son muy dueños de perderse el ahora, que es lo único que
tenemos.
Por mi parte, sin olvidar lo anterior y sin dejar de pensar en un
supuesto porvenir con cierto escepticismo, prefiero vivir este momento, que es
lo único que poseo y, al tiempo que lo escribo, ya acaba de pasar.
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©Julio Mariñas
Compositor y escritor
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