Ya no sé cómo ha caído el día mientras el mar refleja nuestros sueños; en la playa, solos y tan pequeños, olvidando todo aquello que me hería. Te contemplo tan tierna y hechizante que cautivas todos mis sentimientos. Quiero hacer siempre eternos los momentos que pases junto a mí, estrella errante. Y alzarnos entre las verdes olas con las manos asidas fuertemente; olvidados del tiempo y de la gente, para escuchar cantar las caracolas. FOTO DE JULIO MARIÑAS
Al menos una vez a la semana, como mínimo, intento volver a los clásicos; sean literarios, musicales, cinematográficos o de otra índole. Hace unos días que he vuelto a ver una vez más el inigualable wester Duelo en O.K. Corral ; que en España vino a llamarse Duelo de titanes . Ni los que nos dedicamos, con mayor o menor fortuna, a esto del arte en cualquiera de sus formas, sabemos donde está la clave de la obra maestra. Uno experimenta, busca, se empapa de conocimientos, intenta y, en ocasiones, como la película que nos ocupa, surge algo magistral. Porque, Duelo en O.K. Corral , queriéndolo o sin querer, está llena de alegorías, de matices, de épica, de disección psicológica de los personajes. Basada en un hecho histórico que ocurrió en un 26 de octubre de 1881 detrás de un corral en Tombstone, Arizona; las versiones cinematográficas han sido muchas y variadas. Destacando entre ellas una de John Ford titulada My darling Clementin , en España Pasión de los fuertes.
Foto de Julio Mariñas Nacieron en el siglo XIX, pero no hubiesen desentonado en el siglo XXI, porque las tres fueron, además de excelentes escritoras, unas rompedoras en su época. Cada una a su manera. Emilia Pardo Bazán nació en Coruña en el año 1851. Novelista, ensayista y mujer de carácter. Sus artículos reunidos bajo el título de Una cuestión palpitante la convirtieron en una de las principales impulsoras del naturalismo. El escándalo que causo, hizo que su marido le exigiese que dejase la escritura y se retractase públicamente de sus letras. Lejos de hacerlo, dos años después, se separa de él, e inicia una relación con otro escritor cercano al naturalismo, Benito Pérez Galdós. En 1892 funda y dirige la publicación La Biblioteca de la mujer. En los Congresos denuncia la desigualdad entre hombres y mujeres. Además de proponer a Concepción Arenal para la Real Academia de la Lengua Española. Concepción Arenal nace en Ferrol en 1820. Entra como oyente en la F
Comentarios
Publicar un comentario